viernes, 25 de noviembre de 2016

EL B1 SON LOS PADRES

¿Es normal que un hablante nativo letrado de Inglés pueda llegar a suspender un examen de C1 en Inglés, por ejemplo? Normal no es, pero podría ocurrir perfectamente. Normal no es porque estos exámenes cuya supuesta meta es evaluar el nivel de una persona en el conocimiento de esa lengua, sólo son un negocio más del que se lucran varios.
Por partes: primero, los niveles B y el C1 son niveles irreales del conocimiento de una lengua en un país en el que series, películas y documentales están doblados al español. El B2 de alguien aquí que nunca haya vivido en un país de habla inglesa, no es el B2 de un sueco, país en el que un tanto por ciento de la rutina diaria se lleva a cabo en inglés, ya sea en el salón de casa al encender la tele, o al asistir a clases a la universidad.
Por otra parte, uno de tantos españoles que viva en Irlanda, por decir un país al que estemos emigrando en los últimos años gracias primero a los votantes del PSOE de Zapatero y ahora a los del PP de Rajoy (gracias una vez más, por cierto), podría suspender estos exámenes aunque llevara 10 años trabajando allí. ¿Por qué? Ya os he dicho porqué, porque es mentira.
Y por último, digo lo que me da la gana en mi Facebook que pa eso es mío y estoy muy cabreada porque estoy viendo que tras 10 años y medio resisitiéndome todo apunta a que tendré que acabar pasando por el puto aro de las vitaminas éstas, porque suenan a vitaminas, ¿no? Y me toca el #&%@ soberanamente ya que debería de haber una entrevista que estableciera tu nivel, ¿no se supone que medimos la capacidad de una persona para comunicarse perfectamente en una lengua? ¿No es esto hablar un idioma? El mundo está loco y nosotros más por no revelarnos.
Por último informaros de que Rita Barberá se ha muerto de un infarto y de que una colgada ha apuñalado al perro del sobrino y al llegar el sobrino ha apuñalado a la tía, o algo así era. Loco... lo que yo te diga. Y luego irse a Latinoamérica sola es estar muy loca, ¿no? Mis cojones. Fin de la cita.

¡MACETITA!

De pequeña me enseñaron a decir adiós a la gente con esa mano chiquitita que se abre y se cierra. Ese adiós que se le enseña a los niños y que no es el real porque en el adiós de los adultos, el de la "vida real" la palma de la mano se deja abierta y se mueve de lado a lado, con ese movimiento con el que se abre la tapadera de un bote, aunque más rápido. Me pregunto por qué ya de pequeños empezamos así de mal, con un adiós que ni existe.
Nadie te enseña realmente a despedirte de nadie en el mundo real, ni físicamente ni emocionalmente, y tardas años en entender que hay adioses que son para siempre, que no es ese de que mañana nos vemos aquí en el mismo lugar, porque ya es mañana y lo cierto es que una de las dos ya no está en el mismo lugar.
Tampoco hay una frase que te libere, con la que al despedirte de alguien cercano le digas todo lo bueno con lo que te quedas de ella, o lo que no te gustó pero ya está olvidado porque la quieres. En la que pidas perdón por lo que hiciste mal, ni en la que le digas que con lo bueno y lo malo fue una suerte conocerla.
Menos aún cuando hay prisas, cuando la muerte se sobreviene y todo te empuja a algo que para ti es el vacío, la ausencia repentina, querer levantar el teléfono por inercia para preguntar por ella sin acordarte de que ya no está.
Debería de haber algo así, ¿no? Una palabra personal que cada uno tuviera y que lo englobara todo para que diera tiempo, para tener claro que la persona que se va sabe lo que sientes. Una palabra simple, sencilla, sin complicaciones. ¿Para qué vamos a complicarnos más en un momento así que ya es complicado? Por ejemplo la mía podría ser "macetita". Ya está, todo resumido ahí, años resumidos ahí, no hay más que explicar.
Deberíamos tener un código simple para situaciones difíciles. Quizás un jalarte del lóbulo de la oreja cuando discutes con alguien y la discusión se estanca y os desesperáis. Un jaloncito así de tu propia oreja queriendo decir "oye, que yo te quiero pero es que en esto no nos vamos a poner de acuerdo, ¿lo dejamos ya?". Otro gesto o palabra para cuando lo mejor es que te dejen sola porque hoy no estás para nadie por el motivo que sea, por ejemplo "cacahuete". Ea, ya está, todo entendido y la gente te deja sola hasta que estés potable de nuevo. ¿Por qué aún no hemos inventado esto?
Sea como sea y sin que aún nadie me haya enseñado a decir adiós con la mano abierta, tita, sólo quería decirte "macetita". Si aceptan ateas por ahí, igual un día nos volvemos a ver.

LOS BENDITOS TRES MINUTOS DE DICAPRIO

Acabo de ver el documental de Leonardo DiCaprio del que todo el mundo habla, "Before the Flood". Si el que lo explique él consigue que la gente que nunca se informaría de este enorme problema lo haga sólo porque sale DiCaprio, me uno a su promoción: VEDLO. Todos los factores que están ocasionando está tragedia están desglosados ahí, factores que he visto como en tres mil documentales, pero no interesan porque no tienen a Leo. 
Hay tres minutos en el que un tipo abiertamente explica cómo la principal causa de contaminación mundial es LA INDUSTRIA GANADERA, y por ello se hace necesario reducir el consumo de carne para salvar al planeta. Por un lado, ¿sólo 3 minutos? Y por otro, oleeeeé, ¡poooor fiiiin 3 minutos que la gente se va a creer porque no es un documental para frikis veganos! ¡Gracias, National Geographic! (Que por cierto, DiCaprio es vegetariano hace años). Porque estamos ya un poquito hasta el coño, perdonad mi inglés, de que la desinformación haga que creáis que la gente no come carne sólo por el BRUTAL maltrato animal de las granjas industrializadas (motivo más que suficiente, por otra parte), cuando TODO en el consumo diario (y por ello excesivo) de carne es perjudicial para alguien, sea la Tierra, vuestra salud o la felicidad de un animal. Nunca se habla del problema enorme del calentamiento global de la Tierra que la industria cárnica provoca PORQUE NO INTERESA económicamente. Nunca del problema de salud que representa el hecho de que los alimentos de origen animal sean la base de nuestras dietas.
Ya sólo falta que otro de Hollywood haga un documental similar sobre todo esto, porque haberlos los hay a patadas, aunque por supuesto son hechos por frikis y para frikis, según juzga la "gente normal", y los datos reales que incluyen suelen ponerse en duda y hasta desprestigiar a sus directores porque, repito, no interesa que se sepa. Cuando lo haga alguien de Hollywood, como hizo Joaquín Phoenix con "Earthlings", la cosa adquirirá verosimilitud. Desde el pequeño espacio que ocupamos las personas anónimas, intentamos predicar con nuestro ejemplo, sin embargo necesitamos de Hollywood, sí, porque del aceite de palma ya he hablado aquí y en mi blog, ¿y cuántos me leyeron? Pues DiCaprio lo cuenta, escuchad a quién os dé la gana pero escuchad a alguien, joder. ¡Bienvenido, Hollywood! Te estábamos esperando.

MUNDOS

Visto lo visto, mi conclusión es que el Tercer Mundo es eso que tiene que existir para que exista el Primer Mundo. El capitalismo no es sostenible si no existe gente pobre, por ello, vivir en este Primer Mundo ignorando que pertenecemos a un sistema abusivo en el que nosotros somos los privilegiados, me parece una falta de responsabilidad por nuestra parte.
Por otro lado, está claro que lo contrario al capitalismo, lo llames como lo llames, no se ha podido poner en práctica aún de manera exitosa, es más, acaba en dictadura casi siempre. Si bien es cierto que había una vez, en un lugar lejano José Mugica, pero eso fue una aguja en el pajar.
En realidad la falta de libertad existe en ambos, sólo que en el Tercer Mundo es descarada y en nuestro Primer Mundo es sútil porque somos esclavos del consumismo enfermizo, entre otras muchas cosas. En realidad, todos estamos dormidos y temerosos: los que viven en dictaduras o en dictaduras disfrazadas de democracia sin rebelarse contra su régimen por miedo y nosotros, los de las democracias, los que tenemos pasta, volveremos a comprar millones de estupideces para Navidad por miedo (también) a quedar mal con los nuestros, porque es lo que corresponde hacer. Son miedos distintos, en uno tu vida puede correr peligro en el otro sólo tu mierda mental es la que corre peligro, claro está.
Y aquí seguimos dormidos todos. De vez en cuando alguna revuelta que se calla a golpe y porrazo por aquellos lugares, como siempre, y por aquí algún que otro periodista que se atreve a decir lo que le da la gana y al que en seguida se desprestigia. Ah sí, y el 15 M que, como todos sabemos, consistía en una panda de gente llena de piojos.
Y entonces, ¿qué hacemos? Pues yo no lo sé... pero lo que sí sé es que todo lo que se hace desde el miedo NO CREA, no produce, no compensa . Más allá de esto, sólo sé que no sé nada.

EL PAQUETE

Estoy buscando un taxi compartido para ir a Trinidad, en el centro sur de la isla de Cuba. La guagua a veces no llega aunque tenga su horario de salida hacia allá, y mis días son contados a estas alturas de mi aventura americana, así que no hay tiempo que perder.

Trinidad es una ciudad pequeña preciosa, en la provincia de Sancti Spíritus, a pocos minutos del Mar Caribe. Ciudad colonial llena de adoquines y música en cada esquina, ya me han advertido que me olvide de dormir. Sus calles están oscuras, no hay farolas y eso es tan sólo una de sus grandes ventajas porque así las casas con puertas abiertas y cierros iluminados se convierten en las protagonistas.
Cada vez que metes la nariz en esos cierros grandes, (bueno yo al menos la meto en todos, en una de éstas alguien me va a mandar a la mierda) para cotillear, te viene una bocanada de la España de los 40's, aunque más bonita, porque a lo rancio y a lo antiguo se le añade una negra grandota fumándose un habano, abanicándose frente a un televisor que es como el que teníamos en casa cuando yo era pequeña. O un viejo que va cantando cualquier bolero a la par que la radio, radio que, milagrosamente, ha sobrevivido décadas y hasta se escucha bien. O fotos en las paredes con gente posando como se posaba antiguamente, como las que tiene mi madre de joven.

En fin, como dirían aquí: "déjame que te haga el cuento del taxi". Hoy estoy rápida y borde así que no pregunto precio, le digo que somos tantos y pagamos tanto por llegar a Trinidad. El tipo empieza con la técnica del miedo "bueno, señorita, es que por ese presio que usté quiere pagal, yo no le aseguro que su' efecto' personale' vayan a estal a salvo".
Yo le sonrío con sorna, "mira mi vida, llevo más de un mes por Latinoamérica y no se imagina donde me he montado, dormido y duchado, un taxi cubano ahora mismo me parece tan seguro como una caja fuerte, créame, y además después de este tiempo, ya no me queda paciencia pa esto tan común de creer que los turistas somos ricos y tontos".

- "Bueno, señorita, yo sólo le digo cómo e' la cosa".

- "Sí, y yo le digo a usted como es mi cosa. Así que en un ratito vuelvo, cuando me hayan vuelto las ganas de lidiar y a ver si fue posible encontrarlo, porque además usted se lleva comisión por esto, ¿no? Pues eso. Y si no, pues negocio con otro y ya."

A la media hora hay un taxi por ese precio, con cinturones de seguridad y aire acondicionado, mira tú... "Éste es el Sr. Pisarro que les llevará a Trinida', son casi sinco hora' de viaje".

El Sr. Pizarro habla en todo lo que le eches: inglés, italiano,... Es risueño y parlanchín.
Le dice a uno de los tripulantes que si ve "Juego de Tronos". En ese momento el coche se va al carajo y nos quedamos tirados en las afueras de La Habana.

"Donguorri" dice y llama a un colega para que nos recoja, "vuela pacá, mijo".
Mientras esperamos, alguien le pregunta cómo ve "Juego de Tronos" y él nos cuenta el tema del paquete, historia que yo ya me sabía.

El paquete cuesta un CUC a la semana, que es como un euro a la semana y tú eliges qué parte del paquete quieres, según las series o programas de televisión que te interesen de cualquier parte del mundo, y ése es el que compras. Hay tantos paquetes como series y programas se bajen.
Le pregunto que cómo siendo ilegal y siendo algo que todos compran, nadie los pilla. Me dice que porque ahora ya no pueden, no porque no quieran.
El paquete antes venía en VHS y ahí sí que los pillaban, "¡ahí candela!", me dice, porque era un saco que llevaba el que los vendía y claro, era grande.
Luego vino el DVD y era más fácil. Ahora ya con el disco duro, ya es más complicado.
Yo le sigo haciendo preguntas porque me surge una duda, aunque no me atrevo a preguntarla tal cual, así que doy rodeos:

- "Pero Sr. Pizarro, para bajar todo esto hace falta una buena conexión y yo sé que los cubanos (y los turistas como yo, todo el mundo en general) se tienen que comprar una tarjeta primero e irse afuera de un edificio con WiFi a sentarse en la acera para poder usar Internet con su móvil. Eso lo ves en las aceras de cualquier edificio con WiFi".
- "No, claro, eso e' alguien que tiene WiFi propia".
- "Pero... y con un ordenador o memoria interna potentes."
- "Claro, así e'."
Yo ya me río... y me lanzo finalmente:
-"¿Y quién tiene en Cuba todo eso?"
- "Ay mi amol, pues alguien del gobielno".
- "¿Y cómo alguien que participa activamente de este régimen y está defendiéndolo hace esto a escondidas? Eso no es estar con él régimen, es lo contrario".
- "Pues polque aquí nadie de velda' apoya el régimen, aquí todo e' mentira, todo de aquí pa fuera." Y se señala los labios.
- "O sea, que el paquete es la prueba fehaciente de que los únicos que apoyan el régimen castrista son Raúl Castro, Willy Toledo, el resto de comunistas de España y Nicolás Maduro?"
- "Jajajaja ¡Ay pero que cómica la andalusa! Pues así e', mija, así e'."
- "¿Y por qué el cubano no se alza?"
- "Porque Fidel no' dividió y aquí todo' estamo' jodido' y jodiéndono' entre nosotro'. Divide y vensera'."
- "Ayer fui al Museo de la Revolución para ver si entendía algo y la verdad, no entendí nada. ¿Usted conoce la canción de Ricardo Arjona "Puente"? Que dice una frase que es como yo me sentí: "Habana, no ha podido Dios ni los seiscientos santos entender lo tuyo". Cómo llega la Revolución Cubana, la libertadora del pueblo cubano, el ejemplo para el mundo, a esto que yo estoy viendo aquí ...  no lo entiendo.

Llega Orlando, el que nos va a llevar. Parece un cantante de reguetón, se acerca a nosotros y yo creo que va a soltar de un momento a otro "¡Miami me lo confirmó!" Y todos le vamos a responder "un arroz con habichuelas", pero no, esto no pasa más que en mi mente.
El coche es pequeñísimo, aunque conseguimos acomodarlo todo dentro como podemos. El Sr. Pizarro se despide de nosotros.
Pues parece ser que sí, que voy a llegar hoy a Trinidad. Orlando enciende el motor, el aire y... el reguetón. La única "bocina" que funciona está junto a mi oído. Aún no sabía, aunque sí que me lo temía, que me disponía a soportar casi cinco horas de reguetón a toda voz con el puto altavoz pegado a mi oído. Me acuerdo de mi amiga Alina: "un día voy a hacel que te guste el reguetón".
¡Alina! Haciendo una mezcla entre el español mexicano y el cubano, hija de la chingada, ¿qué pinga brujería me has hecho?  ¡Ésta no es la manera!

MARIMBA, CUMBIA Y OTRAS COSAS QUE NO SÉ BAILAR

Tuxtla Gutiérrez es la capital del estado de Chiapas (México). He venido aquí a pasar sólo una noche casi por obligación. Hace un par de meses compré un vuelo de Tuxtla a la Ciudad de México para evitar las 14 horas de bus que hay entre ambas ciudades. No tenía la más mínima intención de dormir aquí, sin embargo, no quería arriesgarme a perder el vuelo porque Chiapas es un lugar donde hay una guerra fría constante y en las carreteras cualquiera monta un bloqueo y claro, pierdes vuelos y excursiones programadas. Bloqueos de zapatistas, o la policía que le da por registrar autobuses y hacerte preguntas absurdas. O hay una manifestación o un huelga de lo que sea. Es complicado, no peligroso para el turista, simplemente complicado y peculiar, aunque cuando lo entiendes, realmente los que te molestan son las fuerzas del estado que son los únicos que andan jodiendo aquí. No te molesta que el pueblo esté ejerciendo su derecho a estar en alerta constante en esta guerra fría, sólo que tienes que ser precavido con tus horarios para estar en según qué lugares. Así es como esta tarde llegué aquí.
En mi mente llevaba la idea de que estaba de paso y de que me limitaría a descansar y a leer a Juan Rulfo. Ay, amiga mía, como si no supiéramos ya que justo es en esas cuando se dan las mejores noches, en las que tú planeas algo y se da justo al revés.

Al llegar a la habitación conozco a Karen, de Guadalajara (la de México, no la Guadalajara de España) que me dice que iba a salir a cenar, así que salimos juntas. Estando en la calle me acuerdo de casualidad o de CAUSALIDAD que hay un parque aquí que le llaman el parque de la Marimba. Éstas son las cosas de México que sé porque soy una friky de México, sé cosas que yo misma me sorprendo de saber.
La Marimba es un género musical originario de Veracruz según los mexicanos, aunque para los guatemaltecos es originario de Guatemala y ahí andan, en la disputa. Se toca con una marimba que es un instrumento parecido a un xilófono, por mencionar uno más conocido al que se le asemeje, pero es mucho más grande, de hecho lo tocan varias personas a la vez. Se acompaña de otros instrumentos: trompetas y saxofones y percusiones. Es un tipo de música casi siempre instrumental que se baila y que, al contrario del mariachi, por ejemplo, no se ha exportado apenas a Europa. Hace unos días tuve la oportunidad de escucharla en directo y me encantó.

Así que nos dirigimos al parque. Nuestra sorpresa es enorme al ver que un martes a las 19:00 h hay una plaza grande preciosa llena de gente bailando con su orquesta y todo. Acaba de terminar la hora del danzón, ritmo que viene de Cuba, y ahora hay un poco de marimba y luego otro rato de cumbia.

Hay bancos para sentarte a ver y otros para sentarte a esperar a que te saquen. Está todo pensado y clasificado. Nosotras nos sentamos con dos matrimonios estupendos que bailaban un poco de todo. Uno de ellos me mira con esa cara curiosa de la gente de aquí que luego siempre es "¿eres argentina, española o italiana?" En un segundo nos pone al día de los zoques, la etnia que había aquí, de la cual ya no queda casi nada. Nos muestra fotos de su padre de joven, un zoque con una especie de tocado de pavo real que parece ser que era influencia de los aztecas. Juan, que se llama, nos cuenta cómo él nunca aprendió a hablar la lengua porque su padre quería que sus hijos fueran "hombres de provecho" y en aquel entonces se les discriminaba por no hablar español. Me dice con nostalgia "y ahora, ya ven, ahora mucha gente acude a mí para que les enseñe la cultura, por eso llevo todas estas fotos de mi padre en blanco y negro en mi celular. Ahora está de moda lo tradicional, las raíces. Qué pendejo es el ser humano".

La plaza está llenísima de gente, nos cuentan que esto es cada noche de 18:00 h a 21:00 h, de lunes a domingo, menos cuando llueve. Hay una alegría tan grande. Hay mujeres mayores que bailan solas, no necesitan hombres, me encanta. Las hay morenas, oscuras, rubias, de todos los colores. Hay una pareja que no da pie con bola, también mayor, ella va de sobrada y él de no tengo ni idea pero me la pela lo que penséis. Me encanta. También hay un tipo con un sombrero blanco que hace una especie de cumbia a lo Michael Jackson, estamos flipando de verlo. A nuestra izquierda un tipo entre un montón de mujeres que va descompasado totalmente y no lo sabe, ni nadie se lo dice, ni se ríe de él. Aquí cada uno viene a dejarse ir, a disfrutar.
Hay un locutor en el escenario que después de cada canción le da la bienvenida a alguien de algún estado. "Agradecido, señores, les damos la bienvenida a nuestros amigos del estado de Baja California Sur, saluden, ¿dónde están? Aaah allá, bienvenidos".

El señor que está a mi lado, Manuel de Jesús y su esposa, Bellis, nos piden nuestros nombres y procedencia y lo apuntan en un papel para dárselo al speaker.... "aquí le damos la bienvenida a todo el mundo", me dicen. Ya, yo me lo estaba temiendo...
Me cuentan que vienen cinco noches a la semana porque "no todo va a ser trabajar, hay que saber ganarse la vida y también disfrutarla." Llevan la tira de años casados. Ella viene tan guapa y elegante, ¡y con unos taconazos!
Mucha gente pasa por nuestro lado vendiendo y pidiendo. Niños, por supuesto, vendiendo pulseras, diademas, cinturones, todos coloridos. Hay un tipo que canta rap es súper extraño... va haciendo aspavientos con una mano, como los raperos. Otro señor sin piernas viene con un vaso de plástico, en una silla de rueda, empujada por dos chiquillos pequeños que casi no alcanzan a ver por encima de la silla. También hay mujeres indígenas vendiendo comida, elotes, pay de elote, churros, plátano macho frito, jugos, agua de Jamaica, refrescos.
La plaza está sacada de un libro de García Márquez, no importa que él fuera de Colombia, me recuerda tanto a algunas de sus descripciones. Ojalá estuviera aquí él para describirla pues es todo tan... de aquí y el lugar donde está la orquesta es tan pintoresco. Mientras lo miro pienso que este tipo de escenario tiene que tener un nombre seguro pero... ¡la verdad es que no sé cómo se llaman!  Tengo que preguntárselo a mi amigo Morgan, pienso, seguro que él lo sabe.

Hay una televisión local entrevistando a la gente. Ah, y también está Juan Carlos, la estrella del lugar y el único por debajo de los cuarenta y cinco años, diría yo. Éste baila todo como si fuera salsa cubana y luego mira sonriente  y orgulloso a ver si lo estamos mirando, pa lucirse.

De repente, termina la orquesta una canción y el speaker habla por el micro "agradecido, señoras y señores, saludamos ahora a Carmen de España, que es aquella de allá (roja no, lo siguiente, esto es surrealista), de Andalucía, fíjate que te adelantaste y llegaste antes del 12 de octubre, Carmen, como tu amigo Colón (¡zas!) pero mira, que bueno que nos visitan españolas y no españoles." La gente se ríe. "Y también tenemos a Karen de Guadalajara, un aplauso para ellas. Espero que se la pasen genial y que a todo el mundo le cuenten lo felices que somos acá en nuestro parquecito de la Marimba. ¡Que siga la orquesta! " Y la orquesta sigue.

A los 2 minutos aparece un señor mayor, con fundas de oro en las paletas, que es algo muy habitual aquí. "Buenas noches señoritas, vengo de parte del speaker a buscar a Carmen de España. Me manda para que baile con usted, dice que no se puede ir sin aprender a bailar cumbia". Vaya guasita tiene el speaker.... y yo que en verdad lo estaba deseando me levanto y bailo con él. La gente me mira, todos se han puesto tan bonitos para ir al parque y yo con mis pintas de homeless ... en verdad es lo que soy si lo analizamos.

El speaker sigue hablando de Karen y de mí después de cada canción... y luego nos mira descojonándose de la risa todo el tiempo. Nosotras estamos cortadas. La gente se acerca a mí, "¿usted es la amiga de España?" Madre mía... 

Hasta Juan Carlos, "la celebridad" como ya lo llama Karen entre risas, me dice que la siguiente la bailo con él.
Bellis nos saca a las dos para que hagamos un zapateado entre las tres, y ahí estamos nosotras haciendo lo que podemos. El speaker sigue con el cachondeito cada vez que puede y mandándome gente para bailar.
La periodista y el cámara se acercan, "¿quién es la amiga de España?" Esto no está pasando... sí, efectivamente, me entrevistan... en una entrevista que jamás veré, en la que hablo de Chiapas con respeto y timidez.
Ahora ya paso de todo, ya no puedo pasar más inadvertida, ¿correcto? Ok, pues entonces vamos a bailar cumbia, si en verdad es lo que habría hecho si no me hubiera dado vergüenza. Pues ya está, a ver, Juan Carlos, sácame, ¿no?

De pronto empieza a llover y se acaba todo. Anuncian el final de la velada. No me quiero ir, quiero seguir bailando y hablando con esta gente que tanto me cuenta y tanto me da. Pero no, se acaba y la lluvia aprieta. Manuel de Jesús y su esposa Bellis nos dan un beso y un abrazo, nos desean mucha suerte, "por favor, señorita, tenga usted mucho cuidado en su viaje".

Cuando nos alejamos intentando resguardarnos de la lluvia como podemos Karen me dice riéndose "te grabé con el primer señor bailando" . Yo no me lo puedo creer, ha inmortalizado una noche divina y sorprendente. Cosas que pasan en Chiapas ...

UNA MESA EN EL ANDADOR

21:30 h, "La Viña de Bacco", situada en uno de los andadores de San Cristóbal de las Casas, México. Los andadores son calles peatonales, llenas de bares y restaurantes, dónde están todos los turistas.
En mi mesa varios compañeros del hostel y desconocidos que se van agregando. Ruido y música, estamos fuera, sentados en un velador. Frente a nosotros un grupo de son guaracho toca.

A mi derecha "Manu Chao", llamémosle así, me recuerda a él. Es un músico que conocí la noche anterior, he quedado con él pero me gusta y no me gusta. Super alternativo , súper talentoso y super alcohólico. Habla mucho de él y pregunta poco de mí, mal empezamos.
A mi izquierda un tipo sentado se presenta como Ulises y me llama "miarma". Le pregunto dónde aprendió eso y me dice "uy, no sé si quieres que te cuente porque la gente me suele odiar". Insisto y me dice "es que yo iba a España mucho porque era torero". En mi cabeza una sirena, da igual si de ambulancia, de bombero o de policía. Ninoninoninoooo. Torero. Ninoninoninoooo.
De repente un niño aparece, no tiene más de siete años. Está trabajando, intenta vendernos cosas. Debería estar en casa durmiendo, abrigado, debería tener unos padres que no lo explotaran.
Ulises habla, quiere explicarme porqué no entendemos el arte del toreo. Los toros deberían ser libres y los niños deberían ser niños, no sé, para mí es bastante simple de entender y de explicar.

Mi cabeza empieza a estar en varias cosas a la vez, nerviosa, a un ritmo un poco frenético. Con un oído lo escucho, con otro vigilo al niño que se ha marchado. Con otro oigo la conversación entre el catalán y la vasca que están en mi mesa. Venimos de ver un documental zapatista en un café que tiene salas de cine pequeñas. Cada una tiene un motivo para haber ido. El mío es el respeto al lugar al que llego. El de ellos parece ser más un querer encontrar similitudes a algo que no las tiene. Es tan aburrido escuchar una vez más el problema de esta España tan rota, me canso tanto y no por ello no me importan los muertos que hubo. Y yo que estoy a favor de la autodeterminación de todos los pueblos de la península, de repente no soporto este tema más. Que sin sentido todo, apoyar causas que ni conoces por supuestas similitudes en la injusticia con las tuyas. Mi prudencia me alerta.

Manu Chao sigue y sigue con sus vídeos y audios para impresionarme con su arte. Se levanta y canta con los músicos de la calle. Pasa la gorra a los turistas que pasan. Se sienta y sigue hablando de sí mismo. Es el típico que quiere sexo pero con quien sea. Soy invisible para este tipo de personas, me ha pasado muchas veces. 

Ulises, el ex-torero, sigue con su repertorio. Yo no me reconozco. En otro momento me habría levantado e ido de ahí. Me dice que no se puede respetar todo y yo le digo que es verdad, estamos de acuerdo porque yo, por ejemplo, no respeto a nadie que viole derechos humanos ni derechos animales. Zas.
Llega otra niña. Le decimos que no le compramos nada. Le pregunto si tiene hambre y me dice que sí. Rápidamente Alba empieza a quitar comida de la mesa y a dársela. La niña intenta llevársela rápidamente, yo la agarro y le digo que puede quedarse con nosotros. Me mira sorprendida. Se queda. Le damos más comida. Veo la cara de Alba agobiadísima. Manu Chao ataca de nuevo. Ulises me dice que a él le importan más las personas y que a mí deberían importarme más. ¿Pero qué habla éste tipo? ¡Si estoy pendiente de esta pobre niña! Ni le contesto. ¿Es tan difícil entender que el ser humano sea tan grande que albergue amor para animales y amor para humanos sin que uno sea mayor que el otro?
Llega un perro callejero con sarna evidente, a ver si cae algo de comida.
Le pregunto a la niña cómo se llama, me dice que María y tiene 6 años. Cada una de esas letras se nos clava en el alma a Alba y a mí. S, E, I, S. SEIS. Sirenas en mi cabeza otra vez.
Manu Chao vuelve a la carga. Ulises me cuenta cómo hoy ha dado de comer a varios niños de la calle. ¿Pretende que le aplauda?

Alba me dice que se va, que no puede quedarse en esta calle viendo cómo se acercan niños trabajando sin parar. La vasca y el catalán le dan más comida. Yo le digo a Alba que no se vaya, que tengo una idea "¿y si le damos de comer a todos los que pasan? ¿y si la mesa de al lado nos ve y hace lo mismo? ¿y si la de más allá también? No te vayas Alba, no sirve de nada irnos a dónde no veamos esto. ¿Y si en un año nadie les compra nada a los niños porque todo el mundo les da comida y sus padres deciden dejar de explotarlos?" Alba me mira pensativa.

Ulises está bebido y habla de la desaparición de los toros sí el toreo no existiera. 
Manu Chao me dice que beba, que si se sale de noche, se bebe.
María sigue ahí, comiendo. Tiene unos ojos rasgados preciosos. Qué bonita es.
El perro con sarna se ha ido aburrido a otra mesa.
El grupo sigue tocando.
Manu Chao sigue insistiendo en que beba. 
Manu Chao es todos mis amigos de Chipiona, "bebe, hija. ¿Agua vas a tomar? Chiquilla, que rara eres". Todos mis amigos que siempre que salen beben porque si no, no es lo mismo.
El catalán y la vasca mi espíritu luchador antiguo. No es que no lo tenga, es que ahora me uno a las luchas desde la paz, por eso aguanto al "pendejo" torero éste.

En una mesa, en unos minutos de ritmo frenético, de conversaciones que se pisan, mis principios y valores abiertos en canal, todos juntos. Yo me doy cuenta y pienso"Ah, que ya sé de qué va esta noche, ya te entiendo, es un reto, una oportunidad para ver y aprender". Así es la vida, sin avisar te da dónde más te duele y por si no fuera suficiente, en varios sitios que te duelen.

Me quedo callada oyéndolos a todos, sólo observando la lección que me da la vida. Veo a María irse. Veo la cara de Alba más tranquila. Manu Chao ha dejado de insistir en el alcohol. Las independentistas hablan de otras cosas, se ve que se puede hablar de otras cosas también... el torero me dice "Ay, pues ni modo, cambiemos de tema que no nos vamos a entender, güey." Eso lo tenía yo claro desde el principio, ojalá lo hubiera tenido claro él.
Veo al perro con sarna que vuelve y también le doy comida. No me agobia, me entristece pero desde el desapego.

Desde el pequeño espacio que ocupo en el mundo puedo cambiar cosas, todos podemos. Pero sin ira, sin frustración, desde el desapego que no es falta de compromiso sino asumir que una llega hasta dónde puede llegar, y no por ello dejar de hacer algo. Y no por ello dejar de aferrarme a todo lo que creo de manera sólida.
Me doy cuenta de muchas cosas y de una muy importante: creo que es la primera vez en que quiero ser yo, y sólo yo. Me gusta ser yo. Me doy cuenta de que no siempre me gustó porque me importaba ser aceptada. Todos queremos ser aceptados, niégalo cuánto quieras que es así. Vivimos en sociedad.
Ya no me importa quedar de aburrida por no beber, de extremista y moderna por defender a los animales, de no comprometida por no estar con un paliacate puesto defendiendo a los zapatistas o escupir a mi bandera por los muertos de Guernica que ojalá nunca nunca hubieran existido. Pero yo no los maté, yo no he matado a nadie. Ya no quiero ser nadie más que yo. Yo que no sé qué haré con mi vida el próximo mes, ni dónde viviré, ni a qué me dedicaré. Yo que por primera vez me caigo bien.

Qué bueno haber venido desde tan lejos sólo para caerme bien.
Y ojalá que te vaya bonito, María.

EL GUAPO

Tiene 71 años y en su pueblo, Calotmul (México), le dicen "El guapo". Cada mañana coge un taxi desde allí a la ciudad de Valladolid para pasar el día pidiendo por las calles. Es un taxi compartido que va y viene cada día al conjunto arqueológico maya de Ek Balam desde Valladolid. "El Guapo" no puede pagarlo pero el taxista es maya, como él, y lo lleva gratis cada mañana y lo recoge cada tarde aprovechando las idas  y vueltas de los turistas a esa zona. Me siento a su lado y me recibe con una sonrisa de un sólo diente y un "buenas tardes, señorita", mientras el taxista, un bromista nato, me dice "acaba usted de conocer a "El Guapo", es su día de suerte" y se ríen todos, incluido el protagonista. El taxi es como un bar o como el Bershka, con la música a tope.

"El Guapo" me hace un "tour" gratis durante el trayecto: A veces me señala con el dedo para que yo no me pierda un poblado en la carretera, un perro, una señal indicando cómo llegar a cualquier otra población, y no añade nada más. Yo miro todo lo que él me señala, soy como una chiquilla que acaba de llegar al mundo. Otras me explica cosas que no siempre entiendo. El taxista le dice en lengua maya que me hable más claro. Tiene un acento fuerte. El taxista me va explicando cosas sobre él, me dice que no habla bien el español y que además con tan sólo un diente se le entiende menos. Me cuenta que siempre trabajó en el campo y "El Guapo" que lo escucha, me pasa los callos de sus manos deformes por las mías para ilustrarme. No me da asco, está muy limpio, huele bien, me da ternura. El taxista me explica que tras tantos años de trabajo le queda el equivalente en pensión a 35 euros mensuales y que por eso lo lleva cada mañana a pedir limosna a la ciudad, "no tiene mujer, sabe usted, está solo pero todo el mundo le ayuda, porque es muy bueno y somos mayas, los mayas nos ayudamos."
Me fijo bien y le digo que tiene la piel de un niño y el taxista replica "¡pues claro, pues no le digo que es El Guapo!". Le digo al susodicho que ha tenido que ser muy guapo, él me dice que sí y se ruboriza. Todos nos reímos. Me pregunta si voy a Ek Balam, le digo que sí y se señala el pecho, como quien señala algo suyo con orgullo, de su gente.
A veces me mira fijamente, me observa, para él mi aspecto es diferente. Yo lo miro, él se siente pillado, sonríe con su único diente, con una sonrisa de niño total y agacha la cabeza como haciendo una reverencia, con respeto.

Llega mi parada me da la mano, me dice que ha sido un gusto conocerme y me desea mucha suerte en la vida y yo me doy cuenta de que estoy recibiendo un regalo, uno de esos que sólo la gente humilde te sabe dar, gratuitamente, sin tener nada y, a la vez, teniendo mucho más que nosotros. Le aprieto su mano fuerte. "Suerte para usted también, y que siga tan guapo". Todos se ríen. Yo lloro.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

¿SER FEMENINA?

Últimamente me quedo mirando descaradamente a cualquier mujer sin maquillaje o a cualquier mujer que luzca sus canas con orgullo. Me parecen tan bonitas todas y tan envidiables. No sé si me estoy haciendo mayor, lo cierto es que siento que contemplo una belleza resplandeciente cuando me encuentro ante semejante naturalidad versus la película de terror que veo en cualquiera que lleve las cejas pintadas, por poner un ejemplo.

Recuerdo cuando encontrarte con gente así daba lugar a comentarios del tipo “se podía poner un poquito de coloretes para quitarse la mala cara” o “le voy a regalar una cajita de Farmatint”. Yo misma no he salido de casa sin maquillaje durante años, ¡qué vergüenza! Qué vergüenza no cumplir un canon que ni yo misma sé quién instaló en mi mente, ni cuándo ni cómo. Qué vergüenza no hacer lo posible por ser “perfecta”. En eso consiste lo de maquillarse, ponerse tacones y llevar un pelo Pantene: en ser “perfecta”. No te engañes con “yo me arreglo para mí”. No, verás, tú te arreglas porque tienes la creencia de que eso te hace mejor, más fuerte, más atractiva, y como tienes esa creencia, crees que tu autoestima se refuerza así. Tú te arreglas porque así llamas la atención y llamar la atención es aplauso, y el aplauso hincha el ego.

Es complicado y al mismo tiempo no se puede criticar esto sin ser consciente de que todos somos culpables de lo que está sucediendo, todos. Porque, para empezar, a la mujer se le presupone la misión de alegrar la vista al varón, “la mujer tiene que lucir bonita”, “la mujer tiene que ser femenina”. ¿Qué es ser femenina? Porque si eso incluye gastar un dineral en mascarillas para el pelo, laca, gomina, tintes, planchas del pelo, tenacillas, máscara de pestañas, delineadores, coloretes, base de maquillaje, maquillaje, pinceles varios, pintalabios, sombras de ojo y color para las cejas, ¿esto no suena más a ayudar a que cierta industria se enriquezca? Si además todo esto está al servicio del gusto de los hombres, esto es ser masculina, no femenina, ¿no? ¿Me explico?

Es complicado, lo sé. ¿Estoy diciendo que nos pasemos el día en chándal despelucadas? No, estoy diciendo que no pasa nada por hacerlo y que ser femenina creo que debe ser algo como ser fiel a nuestro sexo, a las peculiaridades que por naturaleza tenemos. Por ejemplo, dejar de maldecir nuestro ciclo menstrual, aceptarlo como un regalo que nos diferencia del otro sexo y que crea vida. Empoderarnos de otra manera, porque somos poderosas, pero cubiertas de mierdas químicas (sin mencionar los animales que mueren para que nos veamos más bonitas) ya no lo somos tanto, en serio.
Ayer leía esa frase que decía algo así como cuántas empresas quebrarían si a las mujeres nos gustara nuestro cuerpo. ¿Puede haber mayor verdad en esto? Y sin embargo, yo me pregunto si se puede llegar a amar nuestros cuerpos viendo tanta televisión como vemos. Y no me soltéis lo de “yo es que lo veo todo online”. Con televisión me refiero a todo: Netflix, You Tube o Telecinco, ¡da igual! ¿Se puede así? Pregúntate si puedes pasarte un mes completo sin maquillaje y sin tacones porque la respuesta tiene mucho que ver con tu vida en general, con lo que te hace feliz o infeliz, seguro.

Sí, es complicado, pero está todo en nuestra cabeza, no lo olvidemos, y todos somos culpables, no echemos balones fuera, hombres y mujeres.

¿Qué me decís del porno? Esto merece un capítulo aparte. Hay un estudio que confirmaba que los hombres jóvenes en Estados Unidos se sentían insatisfechos al tener sexo y satisfechos al masturbarse delante del ordenador con cualquier vídeo porno. Es como si lo de verdad ya no sirviera ni para lo más básico.

He tenido la experiencia recientemente de pasar 45 días con una cola, lo peor de mi armario, chanclas y una raya pintada en los ojos una vez por semana a lo sumo. Nada más. Ahora todo lo extra que me pongo en la cara me molesta, incluida la protección solar. Nunca imaginé que esto podría sucederme a mí, la reina del make-up. Vaya pedazo de terapia …

Lo cierto es que nada que podamos añadirle a nuestros cuerpos va a hacer que suba nuestra autoestima, que nos aceptemos, y esto se acaba notando y acaba en frustración. Da igual cuánta silicona nos pongamos en las tetas, al final nuestra falta de amor a nosotras mismas siempre nos acaba encontrando en los peores momentos de nuestra vida para pedirnos explicaciones.