domingo, 11 de octubre de 2015

"El PROBLEMA ES QUE CREES QUE TIENES TIEMPO" ¿BUDA? (ABRIL 2015)

Se le atribuye a Buda aquello que aparecía hace poco en mi foto de portada “El problema es que crees que tienes tiempo”, y yo añado “y que tienes miedo”. Nos creemos no sólo que nos queda tiempo, sino que el tiempo nos pertenece, como si fuera un objeto que uno adquiere al nacer. Por un lado nos creemos que es nuestro, por otro lado estamos casi que hechos de miedos y lo peor: nos justificamos siempre pensando “ya me encargaré / ya lo haré / ya se lo diré”.

¿Qué harías hoy si ya no hubiera más tiempo? Y, por consiguiente, piensa que no tendrías miedo a nada ya que el miedo suele derivar de aquello que consideramos que podríamos perder: el amor de alguien, una casa, un trabajo, un amigo, una oportunidad. Sin tiempo y sin miedos. Se acabó, esto es aquí y ahora.
Para muchos este planteamiento es estresante. Creo que este nivel de estrés va en proporción a la cantidad de cosas que tenemos pendientes con nosotros mismos, a lo alejado que estamos de donde queremos estar realmente, a la cantidad de sentimientos que no expresamos a los demás porque … “bueno, ya lo haré, hoy no es un buen día”, o que simplemente no nos permitimos sentir porque vivimos en el pasado, porque hemos decidido ser nuestra mochila.

Nos estresa esta idea porque estamos ahí, debajo de una pila de ropa sucia que son nuestras excusas para no hacer, no movernos, pero… “ah, sí, no pasa nada porque aún tengo tiempo de hacerlas y será… ¡a partir de mañana!” Y nos vamos a dormir y mañana nunca llega, porque volvemos a repetirnos lo mismo, y pasado, y el otro y el otro.
Y si te paras a pensarlo, ¿por qué nos estresamos? Qué ironía, pero si realmente sabemos que no sabemos cuánto tiempo tenemos, si esto es básico, ¡si es de primero de preescolar de estar vivo! Lo sabemos, no obstante, esto nos causa tal sufrimiento que decidimos olvidarlo para poder sentir que controlamos el devenir, simplemente. Porque si lo pensamos nos volvemos locos, y no trabajamos, y no nos metemos en ningún préstamo “y entonces, ¿dónde voy a vivir?” Pero, ¿y si consiguiéramos vivir despertándonos cada mañana sabiendo que lo único seguro es el día de hoy? Respirar, relajarnos, pensar “olé, que estoy viva hoy de nuevo, ¡qué alegría! Voy a aprovecharlo”, sin expectativas, sin planes, sin el agobio del que no esperaba estar hoy vivo y … ¡mira por donde, vaya suerte!
Aquí es donde los aguafiestas sueltan lo de “sí, claro, pues entonces me fundo hoy el dinero y mañana vuelvo a estar vivo y oooopsss, no puedo pagar mi hipoteca”. No, imbécil, no hablo de naaaada que tenga que ver con dinero, ¿es que acaso las cosas importante que no te atreves a decir o a hacer incluyen una gran cantidad de dinero? ¿En serio? Pues entonces tú tienes tres problemas. Piénsalo bien.

¿Sabías que sí existe gente así? No te digo los 365 días del año, te digo que hay gente que vive en paz sin plantearse más allá del día de hoy, sin agobios, sin hiperventilar.

Por eso te pregunto: ¿A quién abrazarías hoy? ¿A quién llamarías? ¿Te irías solo a hacer algo que nunca hiciste? ¿Algo que te debes a ti mismo? ¿Qué harías si ya no importa lo que piense nadie? Si no hay más tiempo, ¿importa acaso lo que pienses tú, lo que tu juicio te indique sobre nada? Yo creo que sólo te importaría lo que sintieras tú.
Una vez llegado a eso, a ti al desnudo: tu ser, lo que sientes tú y nada más, entonces sí: toma las decisiones así, opta por un camino u otro así, porque, ¿sabes qué? El resto de opciones por las que nos decantamos sin estar en este estado de total libertad y paz no sirven más que para rellenar el tiempo ese que creemos que tenemos y para justificar nuestros temores.

Hace mucho que intento vivir así pero esto requiere de mucho más tiempo (una vez más, ¿lo tendré? Qué curioso, ¿no?) y comprensión. Creo que el vivir así es lo que te hace libre y es lo que te da paz.
Vivir sin apegos a nada ni a nadie, sabiéndote afortunado de todo lo que tienes al levantarte, de todas las personas que te acompañan en tu camino y, sin embargo, saber que puedes vivir sin todas ellas y sin todas las cosas que posees. Esto no le resta dolor a la pérdida de algún ser querido, quizás ni siquiera intensidad a ese dolor, si bien creo que sana antes del sufrimiento quien consigue vivir sin apegos, sin dependencias.

Tenemos mucho miedo a perder a nuestros padres, a nuestras mascotas, a la persona que queremos y todo eso es duro pero no es que la vida sea dura, la vida es sólo vida. Aceptémosla desde el máximo disfrute posible. Amar sin apegos, “¿Cómo? Si amo hay apego!” No, amar sin saber si serás correspondido, “te quiero porque puedo”, sin más. Amar sabiendo que un día no estaremos ni nosotros ni nuestros seres queridos y disfrutar del tiempo que caminemos juntos, sabiendo que si se van, la vida continúa y nosotros deberemos continuar igualmente, o ellos sin nosotros.

Sentimos vértigo al pensar en si podremos pagar todo aquello en lo que nos metemos, a quedarnos sin trabajo a tener un trabajo de mierda y aún así aferrarnos a él, de subir montañas, de arriesgar, de hablar, de que lo que piensen. ¡¡¿Esto no es más estresante que vivir sintiendo que sólo tienes HOY?!! ¿Te habías parado a pensarlo alguna vez así? ¿Cuánta energía gastamos sintiendo tanto pavor a todo? Es energía que no estamos empleando en enfocarlo de la otra manera de la que hablo. Es energía negativa que nos enferma y nos paraliza.

Creo que si algún día llego a esa cúspide,si pierdo ese vértigo, nunca más me dolerá la garganta porque nunca más me callaré lo que quiero gritar, no me esconderé de nada ni de nadie, dejaré de facilitarle la vida a los demás para complicármela yo. Realmente pienso que si llego, ese día se me reconocerá con facilidad porque haré cosas aún menos normales (si cabe XD) de las que ya hago. Yo aspiro a esto, ésta es mi meta y cuando un día de cada 7 consigo vivir así, que sí que lo hago uno de cada 7, todo lo bueno viene a mí sólo, sin más, lo más difícil, lo imposible ocurre. No falla nunca. Es así cómo han llegado a mí las mejores noticias, las personas más bonitas, las mejores canciones, las emociones más sinceras e intensas, la magia. A pesar de que ahora el viento no es favorable sé que todo depende de mí. No desisto, soy dura, lo seguiré intentando con una sonrisa. No se puede abrazar nada con los puños apretados.

3 comentarios:

  1. que sabio un blog, me ayuda mucho en mi relacion de vida. muchas gracias!

    ResponderEliminar
  2. Me a encantado.contra más felices mejor 👌 siempre positivos siempre

    ResponderEliminar