domingo, 27 de septiembre de 2015

PAZ Y GOLES (10/10/2010)

10/10/2010

A menudo hay quien se regodea destacando de deportes como el rugby o el fútbol, a esos cuatro desgraciados que se pegan por un puñetero partido o que incluso llegan a matarse. Creo que el comportamiento de esos cuatro intentos de persona es lamentable y absurdo, eso por supuesto. Pero también creo que conviene conocer y recordar las historias emotivas que el deporte genera y que son numerosas y variadas, lo que ocurre es que no hacen tanto ruidoy que a quien le encanta regodearse con lo extradeportivo, no le conviene recordar. 

Ayer, viendo un reportaje sobre la historia de Sudáfrica, escuché algo marvilloso. Hablaban de cómo la figura de Mandela ha sido imprescindible para la difícil convivencia entre los nativos africanos y los descendientes blancos de los colonos ingleses. La persona que lo narraba, había pasado años en la cárcel, al igual que Mandela y para mí, lo más increible de todo lo que decía no era lo que decía si no cómo lo decía, con qué entusiasmo una persona, que ha sido víctima del racismo y la discriminación del hombre blanco, hablaba de la paz entre ellos. Evidentemente, era palpable que había sufrido muchísimo, al igual que Mandela, pero ninguno de los dos quería venganza, sólo PAZ. Esto no es lo habitual en el género humano, es más, mirándome el ombligo ni siquiera es lo habitual en mí si alguien me hace daño. 

Esta persona narraba cómo, en 1987, Sudáfrica organizó el mundial de rugby, ese deporte de blancos, de los colonos blancos ingleses, ese torneo tan importante para el "enemigo blanco" fue celebrado allí. Nelson Mandela, fue el encargado de entregar la copa del mundo que, además, ganó Sudáfrica. Pero no la ganó la Sudáfrica negra, no, el capitán que recibió la copa era blanco y rubio. Entonces, este señor dijo algo que me pareció precioso, dijo: "Y en el momento en el que el capitán recibió la copa de manos de Nelson Mandela, fue el momento en el que los africanos le dijimos a nuestros invasores: Os perdonamos. Y ahí empezó la paz". Me quedé estupefacta, de verdad, y pensé en conflictos similares y paralelos, pensé en ETA e intenté imaginarme a los radicales diciéndonos a todos los que nunca matamos a sus antepasados "Os perdonamos" y me pareció una utopía. sin embargo, este hombre, con sus palabras sencillas y de una forma asombrosamente simple, resumió toda una historia de racismo y sufrimiento.¡Cuánto tiene el mundo que aprender de aquellos a los que, a menudo, miramos desde arriba como si los "desarrollados" fuéramos nosotros! 

Ahora, por fin, Sudáfrica celebra el torneo más importante para los nativos africanos, el de ese deporte que los niños sí juegan en la calle: el Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010, por eso tienen esa alegría y por eso lo viven con esa pasión aunque su equipo ya esté elminado. Pero antes de celebrar éste, su deporte, celebraron el otro, el de ese deporte que los niños de Sudáfrica no juegan en la calle, el que jugaba el pueblo que los invadió y torturó, dándonos a todos una inmensa lección de PAZ. 

Creo que conviene recordar que no siempre los goles sirven para dividir a las personas. 

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